A primera vista, parece sencillo. Detectar un oleaje en modelos meteorológicos, leer su trayectoria y decodifica sus datos, anticipar su evolución y eligir el lugar adecuado, pasa de la teoría a la práctica y acierta. Salvo que la realidad de un oleaje en Nueva Aquitania, desde las Landas hasta el País Vasco, es muy diferente.
«Incluso si las previsiones son excepcionales, puedes estar en el lugar equivocado o en el momento equivocado», analiza Rémi Arauzo. Hacer malabarismos entre el azar y la experiencia, lanzar una moneda, es el pan de cada día del surfista de Vieux-Boucau (Landes), doble campeón europeo de longboard en 2008 y 2010.
Durante varios inviernos, Rémi ha optado por compartir su pasión por las grandes olas con Léo Havion. Juntos, combinan su determinación inquebrantable cada vez que los patrones climáticos se agitan.
«Pile ou Face» sigue sus pasos durante un oleaje invernal en el sur de las Landas. Desde el análisis del swell hasta la sesión casi perfecta, pasando por los preparativos finales y los preciosos detalles logísticos, sumérgete en el día a día de dos surfistas que se alimentan de contratiempos.
