No subestimes el poder del Mar por Alberto Agirre

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Este deporte no está libre de momentos difíciles. El tiempo y la mar nos sacuden en forma de:

– Golpes: Están a la orden del día. Ya sea con pesados tablones o con el fondo. Especial cuidado a los golpes en la espalda que nos pueden dejar en la estacada.

– Torceduras: Si la tabla se abalanza sobre ti, no la evitas e interpones la mano puedes doblarte muñeca o dedos. Igualmente, si surfeas en zonas de baja profundidad y aterrizas en el fondo puedes doblarte el tobillo o lastimarte las rodillas.

– Cortes: Las rocas, las puntas afiladas de tablas y las quillas pueden cortar como cuchillos.

– Frío. Es importante llevar un traje de neopreno adecuado a la temperatura del mar. En invierno es importante llevar gorro para protegerse los oídos del frío evitando así posibles otitis. Sigue siempre las indicaciones de tu tienda de surf especializada.

– Sol. En verano nos vemos expuestos a rayos solares directos y a los reflejados por el agua. Se ha de usar protección solar con el fin de evitar quemaduras y posibles enfermedades de piel a largo plazo.

– Desgaste. Sometemos al cuerpo a movimientos repetitivos y posturas antinaturales. Para minimizar este desgaste consultar el relato “Surfea cuanto quieras”.

– Corrientes: Quien no ha sentido pánico alguna vez al ser arrastrado por una de ellas. Las zonas de corriente suelen ser canales que son visibles cuando el mar se encuentra en bajamar. Son por tanto zonas de mayor profundidad y en ellas las olas no se transforman tan fácilmente en espuma. Las corrientes pueden ser hacia los lados o hacia mar adentro. Un origen menos frecuente de corrientes son las galernas. Nacen de la llegada de un frente frío y húmedo que genera viento, olas y un cambio en las corrientes marinas. Si surfeas en alerta de galerna debes extremar la precaución ya que el medio se vuelve más imprevisible. En cualquier caso, siempre has de intentar sentir al entrar al agua la dirección y fuerza del mar y tomar un punto de referencia para saber si estás siendo desplazado por una de ellas. Una vez envuelto en ellas has de intentar salir. Ante la imposibilidad de salir hay que mantener la calma y dejarse llevar hasta salir de su zona de influencia. Si crees que necesitas ayuda puedes alertar a otros surfistas.

– Inmersiones. Si una ola te traga es importante situarte pronto fuera de su empuje y volver poco a poco a salir a la superficie para coger aire. Ante días fuertes proclives a estas situaciones se han de realizar amplias respiraciones para ganar serenidad y control.

– Invento. Revisa su estado. Cámbialo cada dos años para evitar posibles roturas.

Estate a lo que estás en el mar y observa su estado. No subestimes el poder del mar.