De Sidrisima.
Hace una semana veíamos desde la barrera el maretón que el cantábrico nos daba como espectáculo, y a los pocos días el mar dio un cambio, llego la calma. Para algunos demasiada calma. Neptuno nos trae locos.
Aunque los longboarders disfrutan del medio metro en su playa de cabecera y yo de una forma o de otra siempre disfruto desde esa barrera viendo lo que Neptuno decide y los apasionados de este deporte consiguen con las olas del día.